En los últimos tiempos comenzaron a emerger diversos proyectos vinculados con la integración de TIC, ambiciosos en las escalas que se proponen y destinados a escuelas de diferentes niveles y modalidades. La aparición de estas propuestas aggiorna el debate sobre el sentido y el lugar que ocupan las escuelas en nuestra sociedad y qué clase de sujeto se proponen formar para el futuro. Cuestión nada sencilla si pensamos que en la actualidad las TIC mismas se encuentran todavía en constante evaluación, y que lo continuarán haciendo por su naturaleza de constante cambio y actualización.
Lo que no podemos negar es que las TIC nos movilizan al terreno de la incertidumbre necesario para debatir, pensar y validar los conocimientos, habilidades, etc., con el plus de corrernos con el vértigo del tiempo al acelerar los procesos.
Doueihi ilustra a la actualidad como un terreno “sinuoso”, producto del vínculo orgánico que existió siempre entre la cultura y la tecnología y que afecta directamente tanto a las disciplinas intelectuales tradicionales, como a las realidades culturales de las sociedades del saber y todas las grandes catedrales del conocimiento que las simbolizaban. La consigna principal de la educación formal ha sido impartir estos conocimientos, considerados valiosos para la reproducción cultural y social. Con el tiempo hemos cosechado una amplia trayectoria en reformas educativas, planes de mejora, propuestas “superadoras” etc., en donde estos conocimientos prioritarios han ido cambiando, por lo que no podemos evitar pensar ¿Qué hay de nuevo en este debate que traen las TIC?
Desnaturalizar la jerarquización de saberes
Un primer ejercicio para pensar este escenario es tener en cuenta que en el sistema educativo existió una tradicional jerarquización de los saberes de tal modo que algunas disciplinas son consideradas centrales en la experiencia educativa, en tanto otras ocupan un valor accesorio. La escuela no es ajena al contexto socio histórico, sobre todo por su nacimiento como institución en la modernidad que promovió una cultura industrializada y técnicamente racionalizada, en donde el cálculo y la búsqueda del orden representaron la máxima expresión de nuestra racionalidad y se impusieron como totalidades culturales tradicionales repercutiendo directamente en el sistema de representaciones.
¿Razonamiento vs. experiencia?
Este proceso dio también como resultado una confrontación sistemática entre el razonamiento y la experiencia, como consecuencia la racionalidad científico técnica se posiciona en detrimento de la experiencia. ¿Poner en evidencia esta disyuntiva no es una de las cuestiones que presentan las TIC cuando se vinculan con la educación? En general suele catalogarse al conocimiento que se adquiere a través del uso de las TIC como banal y profano. Sin embargo, cada vez más las TIC presentan dispositivos como sexto sentido que confluyen muchas de estas formas de representación, nos acercan pantallas táctiles, la idea de la movilidad, etc., pero por sobre todos los escenarios no hay mejor aprendizaje de un dispositivo que no sea a través de la experiencia, de perder el miedo al error, a equivocarse y llevar la exploración al máximo.
Eisner sostiene que lo que vemos, oímos y tocamos constituye la materia a partir de la cual se crean las formas de representación, que son auditivas, visuales, kinésticas y gustatorias. En otras palabras el hombre conoce también a través de la experiencia de los sentidos, a su vez no hay experiencia sin acto cognoscitivo, por ejemplo escuchar el sonido de una melodía requiere de atención, selección, comparación y juicio. De alguna manera pensar en estas formas de representación es considerar lo vital que han sido para la humanidad, ya que han hecho posible crear un registro indeleble de los aspectos de nuestra experiencia, un registro que la memoria sola no podría sostener.
¿Una única respuesta?
Tradicionalmente el estudiante debe repetir una única respuesta correcta privilegiando al lenguaje subordinado a la literalidad, es decir a la traducción ajustada al orden y sentido de cada palabra. Por lo que queda relegado un tipo de trabajo intelectual que busca ver las cosas desde más de un ángulo, integrar formatos como el visual, crear varias respuestas para una pregunta ¿No es acaso ésta también una de las cuestiones que ponen en evidencia las TIC?
Pensar la escuela
En este escenario se podría promover una escuela que valore lo imaginativo, que asigne mayor prioridad a la exploración, que otorgue más atención a lo distintivo sobre lo estandarizado, a lo metafórico sobre lo lineal, que le de más prioridad a la interpretación que a la medición y que finalmente encuentre más significativo la calidad del viaje que la velocidad con la que se ha llegado.
Las habilidades cognitivas que los humanos desarrollan se relacionan con las formas de pensamiento que tienen la oportunidad de practicar y aquí radica la advertencia con respecto a los sujetos ciudadanos productores y usuarios que se pretende formar, estos deben tener la oportunidad para reinventar la tecnología y trasvasar los límites que presenta, para no ser meros consumidores de las industrias que nos proveen de estas tecnologías. El sentido y valor de una tecnología depende mayormente de las relaciones pedagógicas que se establezcan alrededor de ella, es decir de cómo se habilita el acceso de los estudiantes a las habilidades y competencias que necesitan, en qué medida se les permite controlar el proceso y en qué medida pueden dialogar con sus docentes y pares, etc.
Somos actores de un momento sin precedentes con respecto a la integración de la tecnología en el sistema escolar, su llegada al escenario educativo cristaliza y “reaviva” viejas discusiones, por lo que es clave considerarlas y plantear soluciones diferenciando los alcances y posibilidades reales. Esto implica también reconocer y valorar todo lo que nos ha enseñado la historia y la condición de posibilidad que otorga la escuela en una sociedad.
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Bibliografía
- Baricco, Al. (2008) Los Bárbaros. Ensayos sobre la mutación. Anagrama, Barcelona
- Doueihi, M. (2010) La Gran Conversión Digital. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires
- Eisner, E. W. (1994) Cognición y curriculum: una visión nueva. Amorrortu, Buenos Aires
- Litwin, E. (2005) De caminos, puentes y atajos: el lugar de la tecnología en la enseñanza. Conferencia Inaugural II Congreso Iberoamericano de Educación y Nuevas tecnologías.
- Simone, R. (2001). La tercera fase. Formas de saber que estamos perdiendo. Taurus, Madrid
- Viñao A. (2002) Sistemas educativos, culturas escolares y reformas: continuidades y cambios. Morata, Madrid
- Wolf, M. (2007) Proust and the squid. The story and science of reading brain. HarperCollins, New York